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Cómo mejorar el desempeño a través del feedback

El feedback es una herramienta esencial para el desarrollo personal y profesional. Se trata de una comunicación constructiva que nos permite conocer nuestros puntos fuertes y débiles, así como las áreas de mejora y las oportunidades de crecimiento.

El feedback puede provenir de diferentes fuentes, como nuestros jefes, compañeros, clientes, mentores o incluso nosotros mismos. Lo importante es saber cómo recibirlo, procesarlo y aplicarlo de forma efectiva.

¿Qué beneficios tiene el feedback?

El feedback nos ayuda a mejorar nuestro desempeño en varios aspectos, tales como:

  • Aumentar nuestra autoconciencia: el feedback nos permite tener una visión más objetiva y realista de nuestro trabajo, nuestras habilidades y nuestro potencial. Nos ayuda a identificar nuestros puntos ciegos, es decir, aquellos aspectos que no somos capaces de ver por nosotros mismos.
  • Fomentar nuestro aprendizaje: el feedback nos proporciona información valiosa para corregir nuestros errores, reforzar nuestros aciertos y adquirir nuevos conocimientos y competencias. Nos ayuda a adaptarnos al cambio y a innovar en nuestro campo de acción.
  • Mejorar nuestra motivación: el feedback nos reconoce el valor de nuestro trabajo y nos anima a seguir esforzándonos por alcanzar nuestros objetivos. Nos ayuda a sentirnos más confiados y satisfechos con nosotros mismos y con nuestro entorno laboral.
  • Fortalecer nuestras relaciones: el feedback nos permite establecer una comunicación más abierta, honesta y respetuosa con los demás. Nos ayuda a crear un clima de confianza, colaboración y feedback mutuo.

¿Cómo recibir el feedback?

Para aprovechar al máximo el feedback, es importante tener en cuenta algunos consejos a la hora de recibirlo:

  • Escuchar con atención: debemos prestar atención al mensaje que nos transmiten, sin interrumpir, juzgar o poner excusas. Debemos mostrar interés y respeto por la opinión de la otra persona, y agradecerle su tiempo y su feedback.
  • Pedir claridad: si no entendemos algo, debemos pedir que nos lo expliquen con más detalle o que nos pongan ejemplos concretos. Debemos asegurarnos de comprender bien el feedback y de no sacar conclusiones precipitadas o erróneas.
  • Solicitar feedback específico: debemos pedir que nos den feedback sobre aspectos específicos de nuestro trabajo, como nuestros resultados, nuestro comportamiento o nuestras actitudes. Debemos evitar el feedback general o ambiguo, que no nos aporta nada útil ni accionable.
  • Reflexionar sobre el feedback: debemos analizar el feedback con una mente abierta y crítica, sin tomarlo como un ataque personal o una crítica negativa. Debemos identificar los aspectos positivos y los aspectos a mejorar, y valorar la relevancia y la veracidad del feedback.
  • Actuar sobre el feedback: debemos elaborar un plan de acción para incorporar el feedback a nuestro trabajo, estableciendo objetivos, acciones y plazos. Debemos medir nuestro progreso y solicitar feedback de seguimiento para comprobar si hemos mejorado o no.

¿Cómo dar feedback?

También es importante saber cómo dar feedback a los demás, ya que esto puede influir en su desempeño y en su actitud. Algunas pautas para dar feedback son:

  • Elegir el momento y el lugar adecuados: debemos dar feedback en un momento oportuno, preferiblemente lo antes posible después de observar el hecho que queremos comentar. Debemos elegir un lugar tranquilo y privado, donde no haya distracciones ni interrupciones.
  • Ser específicos y objetivos: debemos basar nuestro feedback en hechos observables y medibles, no en opiniones o suposiciones. Debemos dar ejemplos concretos y datos cuantitativos que respalden nuestro feedback. Debemos evitar las generalizaciones y las etiquetas.
  • Ser equilibrados y constructivos: debemos combinar el feedback positivo y el feedback negativo, reconociendo los logros y las fortalezas, y señalando las áreas de mejora y las debilidades. Debemos ofrecer sugerencias y recomendaciones para ayudar a la otra persona a mejorar, y no solo criticar o reprochar.
  • Ser claros y concisos: debemos expresar nuestro feedback de forma clara y directa, sin rodeos ni ambigüedades. Debemos usar un lenguaje sencillo y comprensible, y evitar los tecnicismos o las jergas. Debemos ser breves y centrarnos en los aspectos más relevantes.
  • Ser respetuosos y empáticos: debemos transmitir nuestro feedback con un tono cordial y amable, sin gritar, insultar o humillar. Debemos poner en el lugar de la otra persona y entender su punto de vista, sus sentimientos y sus circunstancias. Debemos mostrar aprecio y confianza por su trabajo y su potencial.

El feedback es una herramienta poderosa para mejorar nuestro desempeño y nuestro desarrollo. Nos permite conocer nuestras fortalezas y debilidades, aprender de nuestros errores y aciertos, motivarnos y motivar a los demás, y mejorar nuestras relaciones y nuestro clima laboral.

Para aprovechar al máximo el feedback, debemos saber cómo recibirlo y cómo darlo de forma efectiva, siguiendo algunas pautas básicas que nos ayudarán a comunicarnos de forma constructiva y respetuosa.

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